martes, 4 de diciembre de 2007

¿Instrumento astrológico?

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Si por un momento dejamos de lado a los planteamientos de trabajo y potencial humano para la construcción de la Gran Pirámide y nos situamos en el periodo de reinado del faraón Keops, las cifras que nos proporcionan los arqueólogos oscilan entre los veintitrés años identificados en el Papiro de Turín y los sesenta y tres de Manetón. Si Manetón recogió todos los nombres de los faraones por encargo Ptolomeo IV (205-181 a C), con el fin de alargar la duración de su estirpe y se considera igualmente válido el papiro de Turín, la Gran Pirámide no pudo ser comenzada y acabada por Keops. Otra cosa es plantear que este faraón pudiera terminar la pirámide o adaptarla para su descanso terrenal. Los egiptólogos como sustento de esta hipótesis, han encontrado serias diferencias en los procesos de construcción de la pirámide, lo que se consideraría como base, y las diferentes cámaras que se encuentran presentan un aspecto de construcción perfecto. Pero en las últimas zonas de construcción, las terminaciones eran más burdas y en ocasiones menos perfectas. Con lo cual tenemos un importante aspecto para diferenciar la época.

La cosa se complica, cuando comenzamos a pensar en algunos detalles curiosos que comprendían la gran pirámide. Un equipo de investigación español, encontró en el fondo del pasadizo de la verdadera entrada a la pirámide un fragmento cilíndrico de madera que se demostró científicamente que pertenecía a un bloque de granito que se encuentra en la entrada y sirvió como sistema de cierre. Un dato muy curioso, es que cuando llevaron a una Universidad americana a analizar este pequeño cilindro de madera, los científicos se asombraron cuando el veredicto del C-14, dató del 2016 después de Cristo, este hallazgo. ¿Quiere decir esto que viene del futuro? Analicemos ahora, el propio sistema de cierre de la entrada a la pirámide, que se encuentra in situ y cualquiera puede verlo. Se trata de un bloque de granito, con seis orificios que corresponderían a seis cilindros de madera como el que se encontró en el fondo del pasadizo que nos conduce hasta el mismísimo punto central, donde bascula el enorme monumento.

Un científico inglés, examinó los orificios donde supuestamente se insertarían esos seis cilindros, y encontró las marcas de un broca algo extrañas. En primer lugar, la broca tendría que tener una dureza 500, para poder haber trepanado de la forma en que lo hizo este bloque de granito. Tengamos en cuenta que el material más duro que se conoce es la vidia, que es el diamante sintético y tiene dureza 11 y se utiliza en los talleres para cortar precisamente el granito. En seccionar un bloque de granito de un metro, se invierten horas con nuestra técnica actual. Según los cálculos de este científico inglés, en base a la medida de separación de las marcas dejadas por la broca, el proceso de perforación con el que se trataron los orificios del bloque de cierre, fue tres veces más rápido que como hoy en día lo hubiéramos conseguido con nuestro sistema. Sólo con observar el obelisco inacabado de las canteras de granito rosa que se encuentran en Aswan, nos damos cuenta que la forma acucharada con la que esta esculpido, encierra un misterio superior al que simplemente nos explican los arqueólogos

A cierta distancia del nacimiento del Nilo, se encuentra una tribu, los Dogones, anclada en la prehistoria, que afirma que hace diez mil años, una extraña arca de luz vino del cielo. De ella salieron unos seres mitad pez, mitad hombre llamados instructores y decían venir de una estrella llamada Potoolo (Sirio B). Contaban que en ese sistema estelar, había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria (Sirio A) y que Potoolo rotaba al rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Potoolo, pesaba más que todo nuestro planeta. Según las comprobaciones científicas que se hicieron al respecto, Los Dogones, conocían exactamente el sistema estelar binario de Sirio, cuando este se descubrió por primera vez en el año 1824 y se pudo observar en el 1864 con un telescopio. Por otro lado, en el 1972, se comprobó que en efecto, la estrella Sirio B, tiene un periodo de 50 años alrededor de Sirio A. Y para mayor asombro, hace tan solo cinco años, se pudo analizar mediante un sistema espectral, la densidad que tendría la estrella Sirio B, dando casualmente una dureza 500. ¿No les parece algo extraño, que una tribu anclada en el pasado conozca detalles que hoy en día la ciencia está descubriendo con su moderna tecnología?

Si pensamos que la raza egipcia, originariamente pudiera venir de centroafrica, y más concretamente de una región cercana a las tierras de los Dogones, e intentamos dar una explicación coherente a la construcción de las pirámides, posiblemente encontremos alguna solución cuando comparemos la dureza de un material como el que pudiera haber sido traído por una raza extraterrestre, en la visita realizada a esta tribu y que casualmente coincide con el que la ciencia dice que tiene la estrella de donde estos venían, con el material de la dureza necesaria para realizar las trepanaciones del bloque de granito que supuestamente sirvió de sistema de cierre. Pero claro, es una utopía pensar que una raza extraterrestre pudiera haber venido a la Tierra, ¿no creen?...

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