martes, 11 de diciembre de 2007

Misterios de la Luna


Entre 1783 y 1787, según Charles Fort, el astrónomo inglés Sir William Herschel (descubridor del planeta Urano y de los satélites de Saturno) realizó un descubrimiento cuando observaba la superficie Lunar a través de un telescopio. Mientras miraba notó que unos puntos luminosos parecían moverse en las tinieblas y que no eran causados aparentemente por la luz del Sol.

Tal vez debido al desconocimiento del origen de aquellos destellos luminosos....el fenómeno, observado en aquella época, se consignó dentro de los anales astronómicos sin justificación o explicación. Años más tarde, en 1821, el astrónomo de apellido Loomis, observó pequeñas manchas de luz que atravesaban la Luna a gran velocidad. Rankin, astrónomo también, aseguró que había visto otras luces en posición diferente las cuales consideró como reflejos estelares.

En los albores de nuestro siglo XX aún no se hablaba de OVNIS y mucho menos de viajes a la Luna. Pero hubo un científico que tuvo valor al declarar que en la Luna estaba sucediendo algo y que quizás cuando el hombre pudiera llegar a ella se lograría un descubrimiento sensacional. Esto lo dijo el doctor Glenn Seabor, presidente de la Comisión Norteamericana de energía Nuclear, en Moscú.

En 1915, el científico norteamericano Bernard Thomas, vio desde el observatorio de Tasmania, un punto luminoso en el mar de las Crisis. Al mismo tiempo, desde el Observatorio Nacional de París que habían visto la misma luz....algo parecido a un muro en el circo de Aristeo.

El astrónomo F.Burnet descubrió (siete años más tarde) tres elevaciones perfectamente regulares que tenían forma de pirámides elevadas.

Pero el descubrimiento más asombroso lo iba a realizar un aficionado a la astronomía, que al mismo tiempo era redactor científico del periódico The New Herald Tribune. Su nombre: John O´Neil, quien descubrió al borde del mar de las Crisis una construcción que tenía toda la forma de un puente. No obstante, el profesor H.P. Wilkins, autor del mapa más perfecto que se halla logrado de la Luna declaró que él también había visto el puente y que estaba dispuesto a jurarlo.

Puentes, pirámides, carreteras, cualquier cosa que pudiera mostrar que "algo extraño" sucedía en la Luna. Merced a este interés surgido en forma inusitada, el 29 de octubre de 1963, astrónomos del Observatorio Lowell encontraron unos puntos luminosos que se movían rápidamente en el circo de Aristarco (se llama circo a la huella dejada por los aerolitos impactados en la Luna que tienen forma circular).

Los estudiosos del fenómeno OVNI aseguran que los astronautas que "hablaron demasiado" sobre lo que descubrieron en la Luna pronto fueron dados de baja y tuvieron que abandonar el servicio activo, como en el caso de Gordon Cooper, que después de haber integrado el equipo del proyecto Mercury y tripulado éste en 1963 y el Géminis 5 en 1968 no fue enviado con destino a la Luna en el Apolo....poco después se declaró abierto partidario de la existencia de OVNIS. Cooper realizó una expedición (incluso) hacia América del Sur en busca de vestigios de antiguas civilizaciones y se dedicó a la exploración de pirámides...¿sería para cotejar la similitud con aquellas que se han visto en la Luna?

Una imagen vale más que mil palabras, y en ellas se descubre aquello que a los ojos de astrónomos y ufólogos no es propio de un cuerpo desolado como se ha querido mostrar desde hace muchos años a nuestra misteriosa Luna ¿Significa que la Luna ha sido visitada por gente de otros planetas? ¿Es posible que sea una base de extraterrestres desde donde nos observan?

Video filmado por el Apolo XVI en el cual aparece un OVNI (zip)

¿ALUNIZAJES TRUCADOS?

Más de 30 años después del alunizaje del Apolo XI, todavía hay quienes creen que ese acontecimiento fue un montaje y que las fotografías de esa hazaña son falsas.

El 20 de julio de 1969, más de 600 millones de personas - la quinta parte de la población mundial - contemplaban con reverencia cómo Neil Armstrong se convertía en el primer hombre que pisaba la Luna.

En abril de 1970, el mundo contuvo la respiración cuando el Apolo XIII, averiado, regresaba a la Tierra tras su fallido intento de alunizaje. Pero el interés de la opinión pública por la carrera espacial ya había disminuido y continuó decayendo durante las siguientes misiones.

Los últimos hombres que se posaron sobre la Luna fueron los astronautas del Apolo XVII, en diciembre de 1972. Pero incluso antes de esto, aparecieron varias teorías que hablaban de falsificación, la más radical de las cuales afirmaba que la NASA (la Agencia Espacial Estadounidense) se había inventado todos los alunizajes, es decir, que el hombre nunca había estado en la Luna.

¿Miente la cámara?

Algunos investigadores que estudiaron las fotografías sugirieron que la NASA podría haber ocultado algo. Se han examinado fotografías clave de las misiones Apolo - supuestamente tomadas por los astronautas con cámaras sujetas al pecho y sin emplear otra luz que la del Sol -, en busca de evidencias que confirmasen esas teorías de fraude.

Ciertos aspectos de las instantáneas son difíciles de explicar de manera satisfactoria. Pero la cuestión fundamental, independientemente de que el hombre llegara o no a la Luna, es saber qué motivos tuvieron los fotógrafos para trucar las fotografías.

foto 1

1- Apolo XI

Esta foto de Neil Armstrong y Buzz Aldrin fue tomada por una cámara de 16 mm montada en el Módulo Lunar. La sombra de Aldrin (A) es bastante más larga que la de Armstrong. Como la única luz en la Luna - y la única fuente luminosa empleada por la NASA - procedía del Sol, no deberían haberse creado unas sombras tan desiguales.

foto 2

2- Apolo XI

Buzz Aldrin esta de pie con el Sol brillando por encima de su hombro izquierdo. Aunque su lado derecho está en la sombra, se ven demasiados detalles del traje espacial (B). Debería ser mucho más oscuro y menos visible, porque, en la Luna, el contraste entre luz y oscuridad es mucho mayor.

Sin atmósfera que contamine la luz - como en la Luna -, el paisaje, según los expertos, es claro y nítido, pero el que hay detrás de Aldrin (C) se difumina gradualmente en la oscuridad. Esta gradación de luz podría deberse a que la película es menos adaptable que el ojo humano y hace que los objetos aparezcan más oscuros a medida que se alejan de la cámara.

Hay un curioso objeto reflejado en el visor de Aldrin (D). Hay quien piensa que es un helicóptero o una estructura de vidrio de 12 metros. La NASA dice que es una pieza del equipo situado en la superficie lunar.

foto 3

3- Apolo XI

Según la NASA, la extraña silueta (E) que aparece en la foto, tomada desde el Módulo Lunar a 95 km de la superficie de la Luna, es la sombra proyectada por el cohete del Módulo de Mando. Pero cuando un avión de gran tamaño vuela a baja altura sobre la Tierra, no proyecta sombras tan enormes y definidas.

foto 4

4- Apolo XIV

Cuando el Módulo Lunar Antares, del Apolo XIV, se posó en la superficie de la Luna, no produjo ningún cráter entre sus patas (F), a pesar de la considerable cantidad de polvo que debía haber levantado durante el descenso.

Debajo del módulo hay una pisada (G), a pesar de que nadie anduvo por esta parte de la Luna antes del descenso del vehículo.

A la izquierda del módulo se ven las palabras "United States" (H), aunque están en la sombra. Buzz Aldrin dijo que en la Luna no había refracción de la luz, lo que sugiere que se empleó otra fuente luminosa.

foto 5

5- Apolo XV

El cielo se muestra sin estrellas (J). María Blyzinsky, directora de astronomía del observatorio de Greenwich (Londres), afirma que en la Luna las estrellas son visibles porque no hay atmósfera. Si la NASA no podía recrear el cielo lunar, es posible que optase por un fondo negro. Sobre ello, la NASA afirma que la luz solar era tan intensa que anulaba la de las estrellas.

En el lado del módulo de alunizaje, a la sombra, hay una placa (I) con la bandera estadounidense y las palabras "United States", bastante claras y visibles, y unas láminas de oro alrededor que no se ven. Esto podría deberse al realzado de los puntos de luz de estas zonas - hecho en un estudio - o al retoque de las copias.

foto 6

6- Apolo XII

En la foto - tomada por Charles Conrad con una cámara sujeta al pecho, paralela al suelo - aparece Alan Bean sosteniendo un contenedor de muestras. Se ve claramente la parte superior del casco, cuando no debería verse (K). Las sombras en el visor de Alan Bean (L) tienen varias direcciones y no son paralelas, como era de esperar, lo que sugiere que hay más de una fuente luminosa. El contenedor que muestra Bean (M) tiene la parte inferior muy clara, a pesar de que está de espaldas a la luz, pero en cambio el resto del contenedor apenas brilla.

foto 7

7- Apolo XVI

En esta fotografía en la que John Young reajusta una antena junto al Vehículo de Exploración Lunar (VEL), hay un marcador en forma de cruz (N), conocido como "retícula" (foto inserta), que queda detrás de un dispositivo del VEL. Estas cruces de referencia (Ñ) que aparecen en todas las fotografías lunares se hacen con una plantilla transparente con estas marcas, situada entre el obturador y la película. La fuerte luz reflejada pudo haber eliminado parte de la retícula, pero también puede deberse al retoque de la imagen.

En una roca (O) hay algo parecido a una letra "C" ¿Se trata de una letra de identificación del material del estudio?

Las huellas dejadas por el VEL giran de manera muy extraña y en ángulo recto (P). Estas señales podrían estar hechas por técnicos del estudio al empujar el vehículo hasta el sitio que ocupa. Además, para que se marquen tan bien las huellas se requiere humedad, y en la superficie lunar no existe.

¿Llegó el hombre realmente a la Luna? Si sucedió así, ¿qué vieron realmente los astronautas? ¿Por qué la NASA pudo haber trucado las fotos? ¿Acaso todo se realizó en un estudio de cine? ¿Qué hay en nuestro satélite para que la NASA haya conspirado de esta forma? Todo esta oculto tras los... Misterios de la Luna.

Fuente: MysteryPlanet.com.ar

Avistamientos por astronautas

En 1985, el astronauta Gordon Cooper, uno de los primeros que orbitaron la Luna, compareció ante un grupo de asesores de la ONU presidido por el entonces secretario general Kurt Waldheim, e hizo una alarmante advertencia: "Creo que... vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas, y que están técnicamente un poco mas avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes.

Los argumentos de Cooper para esta declaración eran que había estado en la periferia de las grandes regiones por las que "ellos" se mueven. Además, en 1951, durante dos días tuve ocasión de observar muchos objetos de diferentes tamaños que volaban en formación... a una altura mucho mayor de la que podíamos alcanzar".

Por tanto, uno de los más grandes pioneros de Estados Unidos, un hombre que había detentado el récord de vuelo más largo en el espacio, 34 horas, admitía, ante varios de los hombres más poderosos del mundo, que había tenido encuentros con aparatos extraterrestres. Pero,¿pueden ser ciertas estas alegaciones?

Una historia de avistamientos

Desde la creación de la NASA en 1958, varios de sus pilotos y astronautas han testificado que habían visto ingenios volantes de origen desconocido. El primero en anunciar un avistamiento fue Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15. Según una charla dada en mayo de 1962, en los meses anteriores Walker tuvo un encuentro aéreo con dos objetos en forma de disco, lo cuál filmó. En julio del mimo año, otro piloto del X-15, el mayor Robert White, informó haberse encontrado formando parte de una escuadrilla de ovnis mientras volaba a unos 9.800 m de altura.

La NASA rehusó apoyar a sus pilotos y las fotografías y películas que contenían anomalías nunca se publicaron. La línea oficial establecía que los ovnis habían sido identificados como hielos. Pero, aunque la NASA negó tener interés en los ovnis, pronto se demostró que esto era falso.

Durante 1965, el US Federal Bureau of Investigation (FBI) supo de una fuente confidencial que un informador de la NASA estaba "filtrando" encubiertamente información sobre ovnis. Los receptores eran dos personas de Pittburg que, según el FBI, tenían un interés personal en los ovnis y estaban de acuerdo con un empleado de la NASA. En un expediente del FBI, de fecha 2 de septiembre de 1965, se dice: "La fuente cree que la información puede ser clasificada. Por ejemplo, la fuente dijo que [censurado] había visto una filmación en la que se veía un misil separándose de un ovni que aparecía en la pantalla. Antes del vuelo del Gemini 4, [censurado] dijo que veía algo interesante, porque la nave espacial tenía a bordo dispositivos para detectar ovnis...".

Pruebas de un encubrimiento

La documentación del FBI sobre este caso pone de manifiesto dos puntos importantes: la referencia de una filmación en la que se muestra un ovni en vuelo, confirma que la NASA está en posesión de datos sobre los ovnis que oculta al público. En segundo lugar, la mención de la misión Gemini 4. Uno de sus pilotos, James McDivitt, confirmó que, durante la misión, vio con seguridad una forma de objeto no identificado.

Aunque McDivitt no cree que el objeto fuese anómalo, no se adhiere a la teoría del escéptico James Oberg, según la cual el objeto era simplemente la segunda etapa del cohete Titán que lanzó el Gemini 4. Como el investigador afirma en su libro de 1996, Beyond Top Secret, "si éste fue el caso, el único enigma que queda es el aparente fallo de McDivitt en reconocer su propio cohete".

Los misterios de la Luna

Después de las misiones Gemini, la carrera espacial se aceleró con el programa Apolo. Tras la promesa del presidente Kennedy de situar un hombre en la Luna, creció el interés por los misterios del espacio y, en particular, por la nueva frontera del hombre: la Luna. Así, cuando los astronautas del Apolo 11 dieron sus primeros pasos sobre la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969, incluso el más recalcitrante de los escépticos debió considerar la posibilidad de que la presencia de vida fuera de la Tierra era ya una realidad.

A pesar de las declaraciones de que los astronautas no habían visto nada anormal, circularon rumores de que, durante su estancia en la Luna, la tripulación nunca estuvo sola.

A continuación se incluye una conversación clasificada entre la tripulación del Apolo 11 y el control de la misión:

Apolo 11: ¿Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescos, señor. ¿ ¡Dios mío, usted no lo creería!

NASA: ¿Qué... ? ¿Qué diablos pasa?

Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.

NASA: ¿Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.

Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes... Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que ahí fuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter...

Sin embargo, las pruebas de este encuentro en la Luna son muy débiles. Otto Binder, ex empleado de la NASA, dijo que esta conversación fue escuchada casualmente por unos radioaficionados que pueden captar un "canal reservado" para estos mensajes. Sin embargo, Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, informó al investigador Timothy Good que no se registró, ni se encontró, ni se vio ningún objeto durante la misión Apolo 11, ni en ningún otro vuelo Apolo que no fuese natural. La única corroboración de esta historia se obtuvo de Maurice Chatelain, experto en comunicaciones de la NASA. En una entrevista efectuada en 1979, Chatelian confirmó que un retardo de tiempo en la transmisión del diálogo entre el centro de control y el Apolo 11 permitió a la NASA censurar la información referente a los visitantes.

Falta de pruebas

Sin embargo no hay manera de comprobar si en la misión Apolo 11 se produjo este incidente. Muchos investigadores dudan de las afirmaciones de Binder y Chatelian, y la NASA niega que hubiese censurado transmisiones. No obstante, un caso similar referente al Discóvery no sólo originó el Watergate cósmico en 1990, sino que también dio un giro a las declaraciones de encuentros extraterrestres de astronautas.

Alrededor de las 6:30 del 14 de marzo de 1990, Donald Ratsh, un radioaficionado de Baltimore, Maryland, estaba siguiendo las transmisiones del Transbordador Discovery cuando oyó la siguiente comunicación: "Houston, aquí Discovery, tenemos un problema. Tenemos un incendio". Poco después dice Ratsh, se oyó una transmisión adicional: Houston, aquí Discovery. Todavía tenemos la nave espacial bajo observación. Esta revelación animó a numerosas personas, entre ellas Bob Oeschler, ex especialista en misiones de la NASA, a hacer sus propias averiguaciones. Después de un intenso período de investigación. Oeschler llegó a la conclusión de que el mensaje no fue transmitido desde el transbordador. En cambio, aventuró que la señal pudo proceder de una zona alrededor de Fort Meade, Maryland, la sede de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, que está involucrada desde hace tiempo en la investigación de informes de ovnis. Oeschler sólo pudo llegar a la conclusión de que la transmisión fue un fraude orquestado institucionalmente para algún sutil propósito de inteligencia.

Sin embargo, una fuente de la NASA informó a Oeschler que, coincidiendo en el tiempo, el transbordador estuvo involucrado en un incidente con un ovni. Oeschler informa que el encuentro duró ocho horas y produjo problemas en los sistemas eléctricos del Discovery. Ni que decir tiene que las preguntas no han recibido respuesta y que el caso todavía está bajo investigación.

También parece que los ufólogos no estarán satisfechos hasta que la NASA admita oficialmente que sus astronautas han tenido encuentros. Pero la agencia espacial ha mantenido un silencio absoluto sobre el tema de los ovnis en treinta años, por lo que es probable que no se produzca en breve un anuncio como ese.

Las teorías del fraude lunar

En mayo de 1961, cuando el presidente John F. Kennedy anunció al Congreso que Estados Unidos "se comprometía a situar un hombre en la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra antes del fin de la década", empezó la carrera hacia la Luna. La guerra fría estaba en su apogeo y la NASA era una de las armas más importantes de esta batalla.

Pero la Unión Soviética gozaba de la ventaja inicial. En 1961 había lanzado al espacio el primer hombre y también fueron los primeros en orbitar la Tierra.

Estados Unidos se apuntó un éxito menos de un año después de la declaración de Kennedy, cuando John Glenn fue el primer americano que orbitó la Tierra. Pero llegó la tragedia: en enero de 1967, la cápsula Apolo 1 estalló en llamas durante las pruebas y murieron los tres astronautas que había a bordo. Los muchos defectos que condujeron al incendio obligaron a rehacer el diseño. En la NASA, muchos creyeron que conseguir el ansiado objetivo en el plazo fijado era una empresa imposible.

Un sueño imposible

Bill Kaysing cree que fue la necesidad de cumplir la promesa de Kennedy lo que provocó la conspiración de la NASA. Entre 1956 y 1963, Kaysing trabajó como redactor técnico en una empresa relacionada con las misiones Apolo. "Durante este tiempo -dice Kaysing-, la NASA realizó un estudio de viabilidad que indicó que sólo tenían un 0,0017% de posibilidades de situar un hombre en la Luna y de devolverlo luego a Tierra." Kaysing opina que era imposible para la NASA alcanzar el 100% en 1969.

Hay quien cree que Kaysing tiene razón. La tecnología empleada para enviar el Apolo 11 a la Luna era muy primitiva comparada con los estándares actuales. De hecho, la computadora de a bordo tenía menos memoria que un lavadora moderna.

La puesta en escena

En su libro We Never Went to the Moon, Kaysing dice que la NASA y la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) trabajaron juntas para trucar el alunizaje del Apolo 11. Se lanzó un cohete Saturno V vacío, que volvió a la Tierra cuando estaba fuera de la vista del público. Se supone que la NASA también preparó un paisaje lunar en una cueva subterránea de Nevada.

Mientras tanto, los astronautas y el control de la misión formaban parte de una puesta en escena meticulosamente diseñada para engañar al público y para hacer creer que se habían

posado en la Luna. Se tomaron fotografías y filmes trucados y los astronautas "volvieron" a la Tierra soltando al océano una falsa cápsula espacial desde un avión del ejército. Kaysing sugiere que los astronautas fueron sometidos a un lavado de cerebro para garantizar su cooperación.

Ralph René, también cree que es posible que los astronautas no estuviesen en la Luna. En su libro NASA Mooned America!, René dice que la nave espacial debería haber tenido un grosor mínimo de dos metros para impedir que la radiación cósmica "cociese" a los astronautas de su interior.

Los teóricos del fraude creen que la NASA decidió simular los alunizajes cuando se dio cuenta de que no disponía de la tecnología para llevar con seguridad hombres a la Luna a finales de los años 60. Esto les aseguraba un trofeo propagandístico frente a los soviéticos y mantener la financiación de sus verdaderos proyectos espaciales.

En esta foto de la misión Apolo 15, se puede observar como en plena oscuridad se puede ver sin problemas la placa que con la bandera de Estados Unidos, lo que puede indicar que la nave fuera iluminada artificialmente.

Conspiración conjunta

Otra teoría sobre el fraude sugiere que estadounidenses y soviéticos desarrollaron conjuntamente su tecnología espacial. La NASA trucó las fotografías de los Apolo porque, con los soviéticos, estaban construyendo bases en la Luna para utilizarlas como escalas hacia una base definitiva en Marte. Esta teoría fue lanzada en un documental trucado llamado Alternative Three, de la serie Sciencie Report realizada por TV Anglia.

Originalmente programada para el día de los inocentes, el programa se emitió finalmente el 20 de junio de 1977. Produjo un diluvio de reacciones, comparable al pánico producido por la emisión de Orson Welles La guerra de los Mundos en 1936.

En el documentales afirmaba que el mundo se enfrentaba a un supremo desafío ecológico. A continuación, un equipo de científicos y consejeros gubernamentales aportaba tres alternativas para la salvación de la humanidad. La primera consistía en detonar de manera controlada cabezas nucleares en la atmósfera para hacer que la contaminación se disperse por el espacio. La segunda era construir enormes bunkers subterráneos para alojar en ellos la elite rica, inteligente y poderosa del mundo. Pero la tercera alternativa fue el plan elegido.

La tercera alternativa

En este escenario, los seres humanos colonizarían el planeta más cercano capaz de mantener vida: Marte. Según el programa, en los años cincuenta ya se habría enviado una sonda americano-soviética para explorar la cara oculta de la Luna y en ella se habría construido una base para viajar a bases marcianas. Una vez montadas estas bases, los ricos y poderosos abandonarían la Tierra para ir a Marte, dejando que el resto de la humanidad se las arreglase en una Tierra condenada a morir.

Por increíble que pueda parecer todo esto, muchos televidentes creyeron en el documental, a pesar de que en muchos periódicos se advirtió de que se trataba de una ficción. También tenía una lista de actores al final del programa y una nota de copyright que indicaba 1 de abril de 1977.

El programa no se difundió en Estados Unidos porque en él se presentaban teorías de ocultación de la "verdad". Surgieron muchas sospechas cuando la gente se quejó de que el libro Alternative Three era difícil de encontrar y de que el gobierno lo estaba reteniendo.

Existe otra teoría que gana fuerza. Un grupo de investigación llamado La Misión Marte (TMM) ha empleado casi veinte años en el análisis de las fotografías de Marte y ha llegado a la conclusión de que allí existen ruinas extraterrestres. La evidencia más convincente que presenta es la famosa fotografía de la "cara de Marte". Pero la NASA dice que sólo es un juego de luces.

El director de TMM, Richard Hoagland, cambió el nombre del grupo por el de La Misión Enterprise, porque cree que ha encontrado evidencias de estructuras artificiales en la Luna. Hoagland dice que ha llegado a estas conclusiones empleando sencillos cálculos geométricos.

Civilización perdida

Las imágenes de la Tierra, tomadas de fotografías de satélites con una resolución de 100 m, muestran líneas rectas, círculos y cuadrados correspondientes a carreteras, edificios y ciudades. Hoagland sabía esto y, al observar la Luna, dijo que en su superficie había encontrado formas geométricas con una resolución de 100 m. Cree que son los restos de enormes estructuras de vidrio para proteger ciudades lunares. "Sin las limitaciones de la gravedad -comenta Hoagland-, estas estructuras son mucho mayores que cualquier cosa que se pueda construir en la Tierra." Estima que una de ellas, que llama "La torre", podría tener 12 km de altura. Cree que cubren una gran parte de la Luna y que son visibles desde la Tierra cuando la Luna se sume en la oscuridad. Hoagland dice que son indicios de una civilización perdida y cree que los astronautas de las misiones Apolo tenían conocimiento de su existencia.

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